Corazones de sushi para San Valentín y postre especial

Esta es nuestra entrada número 100 y, además, coincide con una fecha muy especial. Hoy es San Valentín y, aunque cualquier día es bueno para demostrar nuestro amor, este es un día que anima a esmerarse especialmente, ¿verdad?

Hemos hecho una comidita especial muy rica pero sanota, como a nosotros nos gusta☺

El plato principal es un sushi de langostinos cocidos y aguacate con un poquito de sésamo, al que hemos dado forma de corazón. La clave de un buen sushi es que el arroz esté en su punto. Se utiliza un arroz especial para sushi y hay que lavarlo muy muy bien para quitarle el almidón antes de cocinarlo. Incluso conviene dejarlo unos 10 minutos en remojo.

Para cocerlo se añaden 1,5 partes de agua por cada parte de arroz y se deja hervir durante unos 20 minutos a fuego lento, sin moverlo y con la tapa un poco abierta para que vaya soltando el vapor hasta que pierda todo el agua. El cocedero de arroz (te dejo abajo el enlace al nuestro, con el que estamos encantados) es ideal porque no se pega y se apaga automáticamente cuando se queda sin agua. Sirve para cualquier tipo de arroz y siempre queda en su punto sin tener que estar pendiente. Conseguir que el arroz blanco quede en su punto sin pegarse utilizando una cazuela me resulta imposible... Si te pasa lo mismo, te recomiendo que pongas un cocedero en tu vida y dejes de sufrir ;-).

Después de cocinado se deja unos 10 minutos reposando sin tapar del todo y, a continuación, se extiende sobre una fuente amplia y plana no metálica para enfriarlo. En este punto se añaden 4 cucharadas de vinagre de arroz con azúcar y sal (lo venden ya preparado o se hace mezclando 4 cucharadas de vinagre de arroz con 2 de azúcar y una cucharadita de sal, y disolviéndolo muy bien).

Para enfriarlo rápidamente, se abanica a la vez que se va moviendo con cuidado con una paleta de plástico o madera y se deja enfriar por completo.

Es el momento de colocarlo sobre el alga nori junto con los otros ingredientes y enrollarlo utilizando una esterilla. Para manipular el arroz con las manos es importante mojarlas para que no se nos quede pegado a los dedos.

Para conseguir la forma de corazón, hemos colocado el rollo envuelto en film transparente sobre un cartón doblado, poniendo un palillo en el centro y fijándolo bien con un par de gomas elásticas en los extremos. Lo dejamos así unas 12 horas dentro del frigorífico y se corta justo antes de servir.

Y ahora viene... ¡el postre!

El postre elegido han sido unas riquísimas fresas cubiertas de chocolate fundido.

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El primero es el cocedero de arroz que tenemos nosotros y con el que estamos encantados, el segundo es una esterilla que te servirá para formar fácilmente los rollos y el tercero son unos palillos chinos reutilizable que te servirán tanto para darles la forma de corazón como para comerlos. Gracias por utilizar estos enlaces para tus compras y contribuir al mantenimiento del blog: